Cornell, sanguinyol (Catalán) | Sangomiño, sambuguiño (Gallego) | Sanguinho-legítimo (Portugués) | Common dogwood (Inglés) | Cornouiller sanguin (Francés)
El cornejo es un arbusto grande que a veces se convierte en un arbolito que sobrepasa los 5 m.
Las hojas son caducas, simples, opuestas, ovaladas o elípticas, de margen entero y terminadas en punta, donde además se marcan muy bien los nervios. Mientras el haz es liso, el envés es un poco áspero debido a los pelillos que posee. Miden hasta 9 cm de largo por 6 cm de ancho y tienen un rabillo largo. El tono verde de primavera y verano se torna de color rojo vino hacia el otoño, de ahí su nombre específico sanguinea.
Florece al final de la primavera o en el verano. Las flores son blancas o cremas y vistosas, y aparecen en grupos numerosos al final de las ramillas.
Los frutos son negro-azulados, globosos, carnosos, brillantes, del tamaño de un guisante y maduran en otoño. Su aspecto es apetecible, pero no se deben comer porque son tóxicos.
Se trata de una especie acompañante que aparece en bosques perennifolios o caducifolios, en setos, orlas espinosas, sotos y claros. Necesita ambientes algo sombríos y húmedos, y por eso hacia el sur se refugia en barrancos umbrosos y no muy calurosos, y en arroyos y torrenteras protegido del sol directo.
Se cría en suelos tanto calizos como silíceos, siempre que sean frescos y ligeros, sin ser muy exigente en su calidad. Habita desde el nivel del mar hasta los 1300m aproximadamente.
La madera del cornejo tiene un tono crema-rosado, es de una calidad excelente, muy dura y resistente, buena para fabricar pequeños objetos como instrumentos musicales, mangos y piezas pequeñas torneadas.
Sus frutos no son comestibles para el ser humano, pues pueden provocar vómitos, pero sí son apreciados por aves y otros mamíferos, que dispersan sus semillas con las heces y favorecen la propagación de la especie. Eso sí, contienen malato cálcico, que se emplea en la industria alimentaria para disminuir la acidez de los alimentos.
Las hojas y la corteza se han empleado para cortar la diarrea (astringentes), para bajar la fiebre (febrífugas) y, por su contenido en ácido salicílico, al igual que los sauces, para reducir los dolores (analgésicas).
El nombre genérico de Cornus es el nombre latino de los cornejos y deriva de la voz griega krános, cerezo, por la similitud de los frutos del cornejo macho. El epíteto específico sanguinea alude al tono rojo sangre que adquieren sus hojas en otoño.